19 de septiembre de 2024

Entrevista a la directora del Coro UCM, María Isabel Fredes.

Recién en junio el Coro UCM cumplirá un año de funcionamiento tras su reapertura, tiempo que parece poco para todo lo avanzado. Con dos presentaciones masivas y otros conciertos con más de 50 voces en el escenario, el proyecto parece haberse consolidado mucho antes de lo previsto.

En entrevista la encargada se presenta a la comunidad y hace un balance de estos meses.
“Yo soy Isabel Fredes, directora del Coro de la Universidad Católica del Maule desde junio del año pasado y previo a eso, mi formación fue en la Universidad de Talca en la carrera de Licenciatura en música con mención en canto y dirección coral”, comenzó señalando.

Luego la directora dijo que “también me perfeccioné en Segovia, España. He dirigido Vox Lumini desde el 2009, he preparado coros de adultos y niños para musicales, óperas, obras sinfónico-corales, oratorios, entre otros”, sostuvo dando una mini presentación de su historia con la música.

¿Cómo se gestó este proyecto del Coro UCM?
Este existe hace muchos años, antes lo dirigió Francisco Ramírez, era una jovencita estudiante cuando veía que este coro funcionaba en la UCM, me parecía muy bonito su trabajo.

Luego el coro se terminó en un momento, pasó un periodo y el rector de la UCM (Claudio Rojas Miño) quiso otra vez tener un coro, nos contactó, nos pidió un proyecto, nosotros presentamos el ideal de equipo (directora, cuatro jefes de cuerda más pianista) y bueno, fue aceptado.

Recalco que el éxito del coro ha sido gracias al equipo, no es un trabajo mío particular, sino donde todas las partes ponen un granito de arena y hacemos que esto funcione.

¿Cómo has sentido el apoyo de la Universidad en este periodo?
Cuando uno trabaja los aspectos fundamentales para la creación de un coro, se enfrasca en lo musical, que es la afinación, calidad vocal, interpretación, resonancia, repertorio, pero también hay un sexto punto que es la “proyección”, y para eso los artistas muchas veces no tenemos las herramientas, pues nos dedicamos sólo a lo artístico, a lo disciplinar, entonces tener este apoyo logístico que nos dice: chicos, movámonos para acá, queremos que el Coro participe en esto, en esto otro, también se consiguen fondos para salidas fuera de la región, por ejemplo, el año pasado fuimos a un encuentro de coro en la Pontificia Universidad Católica (Santiago), o el hecho de financiar túnicas, carpetas, partituras, todo eso lo permite la Dirección General de Vinculación, por lo que ha sido fundamental en la preparación de los conciertos y presentaciones más importantes que hemos brindado.
Yo me siento sumamente respaldada por todos lados acá en la Universidad.

¿Qué expectativas tenías cuando comenzó este proyecto?
Era una incertidumbre total, porque el rector nos dice: “¡sí, queremos el coro, vamos!, y necesitamos que canten en el aniversario”, el cual era en seis semanas más, entonces hubo que hacer una rápida convocatoria, por suerte aquí también la universidad se movió un montón, Extensión y la Dirección de Comunicaciones pusieron a disposición las cuentas de sus redes sociales promoviendo las audiciones, pero igual pensábamos: ¿qué pasaba si no llega gente?, o si llegaban cinco personas -risas- ¡yo no iba a poder hacer un coro así!

La cosa es que llegó mucha gente, en esa primera audición quedaron 53 personas seleccionadas y bueno, actualmente tenemos 62 integrantes, y creo que es el tope. Eso habla del éxito que ha tenido el coro.

Por último, ¿Hay alguien que te haya sorprendido?
Claro, siempre pasa, a mí lo que me sorprende es la gente que no se dedica a la música, que tiene profesiones nada que ver con lo artístico y tienen esta tremenda beta guardada, y me he encontrado con profesores, funcionarios y estudiantes de la universidad, además de personas de la comunidad, que son muy talentosas, con condiciones para voces solísticas, a algunos incluso, los he invitado a cantar en Vox Lumini, que es un grupo semi profesional y que abarca repertorio de alta complejidad, pues tienen las aptitudes.

Finalmente, lo que nunca me deja de sorprender en esta profesión, y lo más hermoso de nuestro Coro UCM, pienso que es la heterogeneidad. Tenemos cantantes desde 18 años a personas sobre 70, diversas profesiones, realidades socio culturales, y tantas otras diferencias, pero todos alineados con el mismo objetivo: la construcción y ejecución del instrumento coral. El canto colectivo es una herramienta muy poderosa. La armonía de las voces humanas, es un gran símbolo de lo que nuestra sociedad necesita por estos días.