20 de septiembre de 2024

Entrevista a la vicerrectora académica UCM, Dra. Esperanza Durán González.

Con su manera característica, de modo pausado, reflexivo y metódico, la Vicerrectora Académica de la Universidad Católica del Maule explicó cada una las labores que está desarrollando junto a su equipo desde que asumió este cargo hace exactamente un año acompañando la gestión del rector Dr. Claudio Rojas Miño.

Así, trabaja día a día velando porque el cumplimiento de las tareas realizadas en pos de mejorar el área académica institucional, no pierdan de vista dos pilares fundamentales para ella: el primero es que antes que cualquier persona o cargo, está la institución y lo segundo es que, aunque estas tareas puedan ser desafiantes y complejas, jamás esta exigencia debe hacer que se pierda el trato humano y amable entre quienes integran la comunidad universitaria.

¿Qué balance hace de lo que fue este 2023?     

En una primera instancia hubo mucha dedicación a articular equipos, implementar una metodología de trabajo y revisar todas las áreas que había que atender. Eso duró hasta cerca del fin del primer semestre, por lo que, en la segunda parte del año, hemos ido preocupándonos de las distintas áreas que componen la vicerrectoría.

Las áreas de trabajo fundamentales son: en primer término, todo lo que se refiere al desarrollo de la docencia, en cuanto al desempeño y los procesos académicos y lo que se relaciona con la comunidad estudiantil en el ámbito académico.

A ello hay que agregar las tareas que atiende la vicerrectoría, que probablemente no sean tan conocidas como, por ejemplo, el velar por el buen desarrollo de un número importante de proyectos (12 actualmente) vinculados con el Ministerio de Educación, los que constituyen aportes importantes a la institución, por lo que debe tener un seguimiento permanente a través de la Unidad de Gestión Académica.

También esta unidad, junto con ir monitoreando el avance de los proyectos, tiene la misión de ver todo el tema estratégico de distribución de aulas y las plataformas relacionadas con el trabajo académico, las que a veces pueden ser todo un desafío. Está además lo que se relaciona con los centros de prácticas, donde hoy los campos clínicos, se han vuelto complejos, por lo que requiere de mucha dedicación.

Otro quehacer de nuestra vicerrectoría, es el trabajo que hace el Centro Integral de Innovación Social, donde actualmente estamos trabajando en la bajada, para su incorporación transversal a nivel curricular.

Está también la Editorial UCM y el Sistema de Bibliotecas, por lo que son múltiples los frentes, a los que tenemos que sumar también la Dirección de Educación Continua, donde tenemos expectativas de comenzar a poder responder a las necesidades de las unidades académicas.

Otra cosa que creo importante destacar, es que en cada una de esas principales áreas que nombré en un comienzo, estamos atendiendo elementos fundamentales.

En el área de docencia, bajo el liderazgo de la directora general de Docencia (Yanina Tapia), uno de los objetivos que nos hemos puesto es el desarrollar el trabajo colaborativo y articulado con las unidades académicas, que es la única forma de avanzar a paso seguro, en las múltiples acciones que tenemos que desarrollar, cumpliendo no solamente con las normativas internas, sino que también las externas que tenemos desde el Ministerio de Educación y la Superintendencia de Educación Superior.

También nos interesa mucho fortalecer el sello UCM en todos los programas formativos de pre y postgrado, que esto no quede en el documento, sino que se haga realidad en la formación de todo el estudiantado y en un clima que sea a todo nivel al interior de la institución.

Algo que hoy es fundamental y una exigencia permanente es asegurar la calidad de la docencia, por lo que aparte de toda la normativa que ya poseemos, es muy importante el trabajo que está desarrollando el Comité de Calidad dimensión docencia, donde estamos articulados con postgrado y bajo el alero de la Dirección General de Aseguramiento de la Calidad Institucional (DGACI), revisando todos los elementos, aspectos y procesos, que dan cuenta de ese nivel de calidad.

En relación a lo que estamos trabajando con el cuerpo académico, destaca en primer lugar un aspecto que nos ha tomado bastante tiempo, compromiso y dedicación, positiva experiencia con la colaboración de la Comisión de Carrera y Desempeño Académico (CCDA), la DGACI y la Dirección de Gestión de Personas, donde estamos desarrollando un trabajo profundo en términos de mejorar algunos procesos que son fundamentales en la vida académica y que por diversas razones anteriormente era motivo de insatisfacción y percepción de injusticia por parte del cuerpo académico.

Y aunque tenemos normativas claras, un reglamento del académico, un procedimiento de este proceso y una comisión formal que trabaja en ello permanentemente, hemos desarrollado una gestión de recogida de información profunda, a nivel de reuniones con los académicos para dialogar respecto a sus inquietudes, preocupaciones o quejas, lo que se ha complementado con una encuesta, que nos ha permitido validar esa misma información, mientras paralelamente le hicimos una revisión a toda la documentación relacionada con este proceso, además de contar con actores externos expertos que nos han dado su visión.

En esto llevamos bastante avance pero nos falta, ya que queremos no saltarnos etapas y dar espacios para la socialización, ya que proyectamos que el resultado de lo que estamos trabajando debería ser durante el primer semestre 2024, y esperamos que sea un proceso donde se perciba mayor participación, haya socialización y transparencia y no en el sentido de que haya habido algo que no corresponde, sino que relacionado a que se puedan conocer las etapas del proceso y todas sus documentaciones de respaldo, para que se perciba sobre todo equidad, que es uno de los elementos que se manifiesta permanentemente.

También como herramienta para lo mismo, tenemos la conducción del Consejo Académico, que se manifiesta en reuniones mensuales, en las que participan las decanaturas y las direcciones relacionadas con investigación y postgrado, entregándonos la oportunidad de revisar temas como reglamentos o propuestas emergentes, pero también actualizaciones, mejoras y cómo proyectamos el avance a nivel institucional de la docencia y los procesos académicos.

Hay otra área que me interesa mucho y he tratado de desarrollar en distintas instancias y tiene que ver con fomentar un buen clima laboral y un trato humanizado, algo que forma parte de lo que nos representa como institución y es algo que en los procesos académicos se requiere de esa mirada, como al momento de optar al retiro voluntario y otras situaciones en la que los académicos y académicas, merecen tener un trato adecuado.

Algo no menos importante, es el ámbito académico con los estudiantes. Nosotros contamos con una instancia muy valiosa, que estaba definida desde antes que son las mesas de diálogos, en las que participan estudiantes de Curicó y Talca a través de los centros de estudiantes. En estas reuniones mensuales que hacemos junto al vicerrector de Administración y Finanzas, la directora General Estudiantil e invitados según el caso. Esto permite mantener un canal permanente de comunicación efectiva con los estudiantes, donde se recogen sus inquietudes, propuestas, necesidades y damos claridades a situaciones que ellos requieren y ha sido a mi juicio una actividad muy positiva que valoro mucho, porque ellos además expresan todas sus ideas de una manera muy respetuosa y amable, por lo que se ha formado una excelente instancia de diálogo permanente.

Otra área que es fundamental es todo lo relacionado con el Centro de Apoyo al Aprendizaje (CAP), el que es relevante para nuestra institución, ya que brinda atención a los estudiantes que lo requieran en relación a nivelación, estrategias para favorecer sus aprendizajes, orientación y algunos temas de salud mental, por lo que es bastante integral y hoy lo vemos como un elemento fundamental, por lo que nos interesa mucho que se fortalezca.

Relacionado con lo último, tenemos algunos programas vinculados a nuestra vicerrectoría que tienen como factor común su gran impacto social, como el PACE, que es una instancia que democratiza el acceso a la educación superior, el Programa de Atracción de Talentos (PAT), que es muy importante porque vemos estudiantes con vocación genuina por la pedagogía y que uno percibe que el día de mañana serán profesoras y profesores que van a destacar por su entrega, también el Preuniversitario Brotes que está a cargo de la Dirección de Formación General y que también es una instancia en donde el rol social que tiene nuestra universidad se destaca.

Esa sería una mirada panorámica de lo que realizamos permanentemente.

En cuanto a un balance de este tiempo que llevo como vicerrectora, más que un recuento de fin de año, tiendo a estar constantemente evaluando lo que se hace frecuentemente en la vicerrectoría, que tiene tantas áreas de interacción. Esto puede ser exitoso en la medida de que los procesos y equipos que están formando parte, puedan atender sus compromisos con dedicación y que tengamos muy claro que nuestra prioridad es el bien de la institución.

En la medida que uno logra mantener estos equipos de trabajo afiatados y comprometidos con sus objetivos, eso permite que el balance sea positivo. Ya que este trabajo y quizás a diferencia de lo que se podría pensar, es absolutamente dependiente del equipo, un vicerrector no hace nada solo, requiere contar con equipos que puedan desarrollar los lineamientos, por lo que yo creo que uno de los elementos centrales es el compromiso, la dedicación y el trabajo de calidad.

Yo estoy muy agradecida de los equipos que hemos ido formando, veo en ellos los elementos señalados, por lo que estoy confiada en que vamos a poder seguir avanzando con los objetivos que tenemos como vicerrectoría.

En lo personal manifiesto mi gratitud por la confianza que se me dio y porque también he sentido el apoyo y colaboración a nivel académico, de las decanaturas y con los estudiantes, donde percibo un excelente clima en el que estamos todos comprometidos con un mismo objetivo, eso es fundamental.

Yo valoro mucho la relación laboral dentro de la institución, siempre he percibido un ambiente de respeto, donde las personas se les brinda apoyo y cuando esto no se da, una de mis motivaciones es contribuir a que así sea.

Tal como lo dije antes, este no es un trabajo individual o que se pueda desarrollar en solitario, por lo que mi aspiración es ser el líder que se requiere para desarrollar estos ámbitos, tan amplios, variados y a veces complejos.

¿Cómo se trabaja para mejorar la calidad docente en la UCM?

Nosotros contamos en la Dirección General de Docencia con el Centro de Desarrollo de Innovación Docente (CDID) y es un área que tiene una gran capacidad para entregar instancias dedicadas a la capacitación y la adquisición de competencias por parte de los y las docentes.

Es un equipo que tiene un gran nivel y que está permanentemente creando distintos tipos de cursos, adaptándose a las posibilidades horarias de los y las académicos, por lo que creemos que es un lujo poder contar con este centro, sin embargo, tenemos que reconocer que muchas veces la convocatoria no es muy amplia. Ese es un aspecto que queremos mejorar, ya que estoy convencida de que nuestros estudiantes requieren y merecen, que cada uno de quienes hacemos docencia esté preparado de la mejor forma.

Hoy está muy claro, sobre todo en los ámbitos que no son pedagógicos, que no es suficiente con tener la misma profesión que se busca en la carrera, sino que los docentes deben adquirir herramientas y ser competentes para ejercer su rol docente que actualmente es más bien el de facilitador y orientador, para nuestros estudiantes en formación.

Vamos a tratar de aumentar la adhesión a esta oferta valiosa de cursos y capacitaciones, porque nuestros estudiantes también lo demandan, tal como lo han planteado en las mesas de diálogo, por lo que es un compromiso para nosotros.

¿A qué apuntan las reformas curriculares que se implementan?

Permanentemente se están revisando los programas curriculares por parte de cada uno de los programas y evidentemente de acuerdo a la actualización del conocimiento y elementos del contexto, pueden hacerse ajustes y cada cierto tiempo es pertinente hacer nuevos diseños.

Sin embargo, también pueden surgir algunas necesidades que muchas veces son hasta de la sociedad, para intervenir y fortalecer los programas, como por ejemplo, lo relacionado a nuestra política de equidad de género y diversidad, la que se introdujo en los planes formativos de todas las carreras de pre y postgrado, de una manera pertinente y de acuerdo a nuestras normativas internas y eso forma parte de la dinámica de que siempre tenemos que estar alineados con lo que el Ministerio nos solicita, por lo que lo vamos abordando.

Paralelamente estamos trabajando en la integración de la innovación social en los curriculums. También estamos haciendo lo propio en incorporar de manera transversal y más explícita la vinculación con el medio.

No es que cambien los programas, sino que se identifican oportunidades de proyección, dando una mejora en términos de la formación integral que buscamos en los estudiantes.

Otra de las áreas en las que seguimos avanzando, es la articulación entre pre y postgrado, que es una necesidad que se está abordando de manera transversal en los programas, comprendiendo que el postgrado ha ido avanzando en nuestra institución y, por lo tanto, es muy lógico tratar de conseguir esta articulación virtuosa que retroalimenta al pregrado y permita fortalecer la formación posterior al egreso.

Una de nuestras proyecciones tiene que ver con la digitalización, la que debemos asumir también en el área de la docencia y tenemos una buena expectativa con lo que está realizando el equipo de la Dirección General de Docencia y la Dirección de Formación General, quienes están trabajando en la actualización de la Política de Docencia que está desde el año 2000 y que hoy en día necesitamos actualizar, donde queremos incorporar dos aspectos como el trabajo virtual y en qué medida puede ser adecuado incorporarlo en nuestra docencia y otros aspectos que nos darán la política, estableciendo los marcos de la actividad docente.

Y es que hoy de acuerdo a los criterios que nos exige la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), la docencia la debemos mirar como un todo, pre y postgrado y por lo tanto, también vamos a tener que estar en condiciones de dar cuenta de esa única línea, articulándose muy bien con la Dirección de Postgrado y seguir avanzando en los trabajos colaborativos, ya que no era el diseño que manejábamos antiguamente.

La CNA más que exigirnos, nos da lineamientos que muchas veces son muy útiles para orientarnos, como por ejemplo, algo fundamental que hoy hace hincapié, es a que tengamos presente la trayectoria estudiantil, es decir que podamos ir haciendo seguimiento desde que un estudiante ingresa, ir viendo su progresión académica, los eventos que puedan existir, lo que demore en titularse, atender oportunamente los problemas que puede tener en ese trayecto y posterior a su egreso, para que pueda mantener una relación con su alma mater.

Es algo bien interesante porque probablemente en la medida que asumamos esa visión de trayectoria estudiantil, vamos a poder identificar y fortalecer cada uno de los aspectos que son más críticos en esta línea de tiempo.

También tenemos claro que fortalecer la relación con los egresados, siempre va a ser un recurso que va a nutrir y fortalecer los programas de pregrado, sumado al vínculo con los empleadores, algo que tenemos que atender con más ahínco.

Todos estos temas deben trabajarse de forma articulada en la institución ya que buena parte de ellos son también relacionados a la Dirección General de Vinculación con el Medio, pero todo está relacionado, por lo tanto, tenemos ahí un desafío, sabiendo que una de las ventajas de nuestro Consejo Académico, es que están las unidades que permanentemente reciben la información, por lo que tenemos que estar alineados al desarrollo del trabajo académico.

Hemos visto algunos cambios en la estructura de la vicerrectoría… ¿a qué apuntan?

Estos se dieron inicialmente en torno a la Dirección General de Docencia, donde tengo muy buena comunicación con las nuevas directoras (Yanina Tapia, directora general y la Dra. Nancy Lepe, directora de docencia de pregrado), también hace poco se incorporó como director de formación general Ignacio Vilos, que se ha comprometido mucho con su dirección y tenemos varios desafíos y una proyección muy buena, no solamente para fomentar nuestro sello institucional en su presencia en los programas formativos y actividades curriculares, sino también viendo lo que son las competencias transversales, algo muy importante y donde tenemos que velar porque se haga la bajada correcta en cada programa formativo y se plasme en una realidad en pre y postgrado.

Ahora se acaba de incorporar la nueva directora de Educación Continua (María José Lacalle), quien es una persona con experiencia, por lo que nos da la tranquilidad de que va a poder satisfacer las necesidades de las unidades académicas y también actividades que nos ayuden a difundir el quehacer institucional en términos de generación de conocimientos y colaborar con la capacitación en los más diversos ámbitos que tienen las unidades académicas.

Por último, una de las preocupaciones que tenía usted cuando era directora de la Escuela de Medicina, era la humanización de los futuros médicos… ¿Cree que en la academia se pueda desarrollar algún proyecto similar?

Eso me atrae mucho y probablemente lo que más extraño de la etapa anterior era la oportunidad de formación con los estudiantes de medicina en esos ámbitos. Sigo estando absolutamente convencida que son fundamentales.

Vivimos en una sociedad que está tan individualista, con un clima catastrófico, pero nunca debemos olvidar que tenemos que centrarnos en el servicio que estamos entregando es a otras personas y la importancia de formar en términos del saber ser, es decir, cómo se conducen cada uno de los estudiantes para que luego formen parte de equipos de trabajo.

Nosotros vemos con bastante orgullo que los empleadores destacan este sello de buen trato, amable y humano que tienen nuestros egresados, algo que es fundamental y una de las áreas que han fortalecido el sello institucional, que está incorporado en el modelo formativo, y nosotros trabajamos para que ello se instale con más fuerza aún.

Tenemos que lograr que el sello institucional sea evidente, ojalá en el actuar permanente de las personas y en la forma que sirvan los profesionales que formamos a otras personas y comunidades.